
La discriminación es descrita como un fenómeno social de rechazo que diferencia al individuo del grupo social al que pertenece. Cada comunidad define que atributos son objeto de discriminación y de estigmatización. Así que el estigma se describe como una “marca” que desprestigia significativamente a una persona, reduciendo su estatus y limitando el ejercicio de sus derechos.
Algunas veces el estigma y la discriminación adoptan formas muy sutiles y se instalan como parte de la cultura de un grupo social, sin que se evidencie que se están violando los derechos humanos, dando paso a legitimar el estigma y la discriminación.
La falta de información sobre el VHI y SIDA ha provocado que en la opinión pública predominen prejuicios, actitudes y comportamientos discriminatorios hacia las personas que viven con VHI, olvidando que tienen los mismos derechos que todos los demás miembros de la comunidad, como el derecho a la salud, a la educación, a la dignidad, a la privacidad o a la igualdad ante la ley. Esta situación de discriminación no solo involucra a la persona afectada, sino a todas las relacionadas con ella, ya sean adultos o niñas, hombre o mujeres.